Se tropiezan
mis palabras rotas
contra el muro de tu olvido
incomprensible.
La noche fría y solitaria
me estremece
mientras mis lágrimas,
que por momentos crecen,
intentan buscar a todas horas
un porqué.
Calló el silencio
y lloró el llanto
roto cada uno en su lamento.
Tú tan lejos de mí
y yo de mi centro
que me siento morir
en el intento
de seguir, como siempre,
junto a tí.