¡Ay tu mi sombra tan encendida!.
Así en la noche
como en el día
por los siglos de los siglos
ven
a salvar mi alma
tan confundida.
No me abandones
en la oscura noche,
ni ciegues mi mente
con la claridad del día.
Ten siempre presente
que sin ti, perdida,
camino escondida
buscando tu fuente
en la fuente mía.
¡Ay tu mi luz ensombrecida!
¡Ay tu mi sombra que me iluminas!
por los siglos de los siglos
quiero estar viva.