
Sentarse para sentirse
y sentir que no eres nada
y que la nada no existe.
Cerrarse y luego abrirse.
Asirse para soltarse.
Es el vaivén imparable
de la conciencia aprendiendo
poco a poco a despertarse.
"Quien mira hacia fuera SUEÑA, quien dirige su mirada al interior DESPIERTA" C. Jung.